En Tsimplifica somos líderes en seguridad biométrica. Por ello, contamos siempre con la última tecnología en cuanto a seguridad, control de acceso y control de presencia se refiere. Como hemos explicado en posts anteriores, la tecnología biométrica se está extendiendo cada vez más ya que son muchas las ventajas que nos ofrece.
Pero… ¿qué hay de los passwords? ¿han desaparecido o todavía siguen teniendo su peso dentro de la autenticación?
Tecnología biométrica
Bill Gates anunció la muerte de los passwords en 2004. A partir de entonces, muchos expertos declararon que los passwords estaban perdiendo peso a favor de nuevos sistemas de control mucho más avanzados. A medida que iba pasando el tiempo, la biometría iba ganando peso y la huella dactilar empezó a convertirse en un sistema de autenticación implementado en muchos sectores.
Desde sistemas de control de accesos como máquinas de fichar hasta cerraduras electromagnéticas. La tecnología biométrica ha ido ganando más y más peso, y a día de hoy ha evolucionado hasta el reconocimiento facial como método de autenticación.
De hecho, los grandes fabricantes de smartphones quieren que sus terminales sean lo más seguros posible y por ello recurren a los últimos avances en seguridad biométrica. Y no solo los smartphones, algunos bancos, aeropuertos e incluso algunos automóviles ya empiezan a confiar en la tecnología biométrica como sistema de autenticación (reconocimiento facial, escáner de iris…)
¿El password sigue vivo?
Y, entonces ¿qué hay de los passwords? Al contrario de lo que pueda parecer con tanto avance tecnológico, la realidad nos muestra que el password todavía está vivo. De hecho, está plenamente integrado en los hábitos de muchos usuarios y presenta características muy atractivas como sistema de autenticación. Las más llamativas: es muy fácil de usar y de implementar. Por ejemplo, sigue siendo el sistema más utilizado para desbloquear los ordenadores.
¿Qué es lo que ocurrirá? No lo sabemos con certeza, pero por el momento parece que el password, el reconocimiento dactilar y la biometría facial convivirán en el sector de la autenticación.