Cuando hablamos de lector de huellas dactilares nos referimos a aquellos instrumentos que son capaces de guardar e identificar la marca de nuestros dedos. Este sistema sirve como control de acceso y control de presencia que las empresas ofrecen a sus empleados. Un dispositivo facilísimo de instalar que permite saber la hora de entrada y de salida de todos los trabajadores.
Pero, ¿cómo debemos usar correctamente estos dispositivos? Desde Tsimplifica vamos a explicar de qué manera podemos acortar el número de fallos del lector de huellas dactilar.
En primer lugar hay que optimizar el control de acceso y reducir el número de falsos rechazos que pueda ocasionar el lector. El uso correcto del dispositivo es muy importante porque de esta manera el reconocimiento de la huella dactilar sería perfecto y no causaría ningún error. El buen mantenimiento del aparato también es esencial.
Para disminuir el número de errores en el lector se debe colocar el dedo correctamente sobre él a la hora de realizar el registro y la identificación digital. Durante el proceso la yema del dedo debe colocarse en el centro de la pantalla del dispositivo. No se colocará solamente la punta del dedo y tampoco se pondrá de lado. El dedo deberá estar recto y palpará el lector de manera firme y uniforme. Si tocamos el lector del dispositivo con una fuerza desmesurada o de manera muy sutil la huella no se podrá usar porque quedará deformada. Nuestro dedo tampoco podrá moverse de lado a lado. La presión que se debe ejercer para que la máquina registre nuestra huella será similar a la presión que damos cuando cogemos una hoja de papel.
Cuando vayamos a rastrear nuestra huella, además de tener claro lo citado anteriormente, debemos mantener el dedo en la misma posición hasta que veamos que la luz del lector destella. Una vez ocurra esto podremos levantar nuestro dedo.